Del pasado que visita

Un silbido de nostalgia me ha pintado los poros de un magenta y me ha cubierto en púrpura los recuerdos, llamando al pasado por su nombre y sirviéndole una copa de vino para invitarlo a dormir. He deseado darle un beso en los labios, pero he disuelto mi anhelo en el sabor de su pecado, y me he acurrucado en la lumbre de lo que un día se desvaneció y que hoy ya deja su inexistencia para retornar en forma de sonrisa. He superado mis plegarias y tus maldiciones para enamorarme de una guerra que purgó mi universo para hacerlo desierto, y que finalmente se fundió en una síntesis de destrucción y amor.

Te quise y no me duele. Ahora nos sonrío ya no siendo nosotros.